Llevo semanas pensando estos dos conceptos, la verdad es que no sabía que estaba pensando en ellos hasta que encontré un puente y entonces percibí que estaba reflexionando sobre la belleza del nacimiento de esta nueva, quizás, forma de percepción del mundo y realidad , pero a la vez como si llevara un lastre a cuestas, las dolorosas noticias sobre desigualdad, racismo y violencia se volvieron un corto circuito en donde las ideas se desvanecen .
Partamos por definiciones:
Pratyahara: Quinto de los 8 pasos o ramas de ashtanga yoga, definido como la capacidad de “ silenciar los sentidos”
Narcisismo: Cualidades de la personalidad que incluyen tener una imagen muy elevada de uno mismo, necesitar admiración, creer que los demás son inferiores y no tener empatía por los demás.
Pratyahara ó silenciar los sentidos nos vuelve como un erizo que trasciende su forma y vuelca su ser completo al interior, en la práctica vamos hacia adentro a través del movimiento y la respiración hasta lograr abstenernos de reaccionar de manera inmediata a un estímulo, calmamos la mente en la acción de sentir desde una perspectiva externa a una interna.
Dejamos de surfear entre los sentidos y aquello que los está estimulando y permanecemos en nuestro cuerpo dejando las impresiones afuera, el tono de estas impresiones traducidas a sensaciones se mezcla con nuestra voz interior y entonces puedes prestar más atención a tus estados interiores como pensamientos, sentimientos, percepciones, deseos, aversiones, etc, en relación con lo que se puede ver escuchar, sentir.
Es como la sensación de quedarte en tu hogar/cuerpo y dejar que las impresiones lleguen a ti, en lugar de ser movidos, empujados o arrastrados por éstas y con esa perspectiva es que es tan importante buscar estabilidad en nuestras asanas.
En el lugar de enraizamiento, de profunda conciencia interna, despertamos el nectar de esa conciencia “buddhi”, trayendo información sensorial hacia ti con una nueva consciencia y te fusionas con él como si el tiempo fuera otro, desarrollas un poder de concentración casi suprasensorial, porque el acto de ver o sentir se intensifica de manera maravillosa. Y asi como ésta es una posibilidad que nos entrega nuestro propio cuerpo, la naturaleza, esa que creemos existe solamente fuera, nos funde en sus colores, sonidos, cielos y aromas cuando pasamos más de 15 días sumergidos en ella, los sentidos se vuelven amplios y comenzamos a percibir la unidad, la sincronicidad que nos vuelve parte de ella. Y al despertar tus sentidos, despiertas y valoras las dimensiones psicológicas y espirituales internas que son la fuente y materia de los visto, sentido , saboreado, escuchado, oído.
Pratyahara está en el medio de los 8 pasos como un puente para entender cómo usar asana y pranayama para encontrar nuestro dharana, dhyana y samadhi, cómo usar tu postura para concentrar tu mente, para sintonizar con tu cuerpo en precisión, para leer y responder a tus estados mentales, para cultivar una relación íntima con la experiencia de la sensación como un camino a la concentración, hacia la claridad mental.
Usar tu cuerpo y respiración para cambiar tu relación con la información sensorial que recibes te ayudará a traer mas mente, psicología honestidad y autenticidad a tu conciencia y tu capacidad de autoreflexión.
Ahora que tiene que ver el narcisismo con todo esto?
Desde mi conversación con Angela Jaminson y su afinada idea de porqué dejamos de practicar en días de luna, indicando que es una forma de ejercitar nuestra percepción y recordar que somos parte de este universo y no el centro del universo, (cómo una metáfora del narcisismo patológico que vive nuestra sociedad ) me quedé reflexionando acerca de cómo la falta de empatía que resulta del narcisismo ha creado brechas tan grandes y dolorosas que nos tienen en este punto, encerrados, apreciando como los velos de la injusticia social se revelan .
Entonces me pregunto de qué manera podemos sanarnos y continuar educando en la dirección opuesta, de qué manera pones el amor al centro de una persona que no es capaz de ver a los demás.
Dentro de toda la trascendentalidad que pueda tener esta pregunta, existe el cuerpo, punto de inicio y portal para conectar con cualquier acto sensible, de ahí la relevancia de Pratyahara como un ejercicio de conexión con lo sensorial del mundo exterior, nuestra percepción y un ejercicio de intimidad preciado en el que elevar nuestra más alta consciencia lograr VER.
La simpleza de respirar y los 9 vinyasas que resultan de hacer un saludo al sol son un acto de amor, una forma de pararnos ante la vida sin confrontar los demás, si no aprender a estar al lado de los demás, agudizar nuestros sentidos y silenciar las distracciones que nos alejan de nosotros mismo y los demás se vuelca un acto de extrema belleza y humanidad, perfeccionar nuestra alineación, nuestras asanas, nuestro propio cuerpo ofrece un significado más profundo, una nueva dimensión para esta nueva conciencia, la unidad total.
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